En un cine porno, unos jubilados cascados contemplaban, escépticos, los retozos mal filmados de dos lascivas parejas; no había argumento.
He ahí, pensaba yo, el rostro del amor, el auténtico rostro. Algunos son seductores, y seducirán siempre, y el resto sobrevive.
No existe ni el destino ni la fidelidad,sólo cuerpos que se atraen. Sin sentir ningún apego ni, desde luego, piedad, uno juega, y después destroza.
Algunos son seductores y por lo tanto muy amados; sabrán lo que es un orgasmo. Pero hay tantos otros cansados y sin nada que ocultar, ni siquiera un fantasma;
Si acaso, una soledad agravada por la impúdica alegría de las mujeres; si acaso, una certeza: <<eso no es para mí>>, un oscuro y pequeño drama.
Con certeza morirán un poco desengañados, sin ilusiones poéticas; practicarán a conciencia el arte de despreciarse, será algo mecánico.
Me dirijo a todo aquel que nunca haya sido amado, que nunca supo gustar; me dirijo a los ausentes del sexo liberado, y del placer corriente.
No temáis, amigos, vuestra pérdida es mínima: el amor no existe en ninguna parte. Sólo es una broma cruel de la que vosotros sois víctimas, una jugada de experto.