<<Nunca hables con desconocidos>> es un mal consejo. Te pueden salvar la vida.

Dejó el vaso en la barra. <<¿Para Josiah Flynt, el genuino, el de casta? Menuda mierda de dedicatoria. Tu libro es un asco. ¿Sabes a lo que me refiero, muchacho? Todos sois unos farsantes. Unos cínicos>>, dijo el viejo borracho. <<Sólo hay una cosa cierta, los miliarios, esos hitos que advierten a cada momento nuestra distancia con respecto a lo otro. Señales que adoptan la posición de no hacer nada y entonces las cosas cambian por sí mismas, debemos ser como miliarios en el camino. Chico, tú estás perdido, tú sólo ruedas, como rueda una piedra conforme a la estupidez de la mecánica>>. Mi puño rodó hacia su cara también. Mientras podría estar sonando Mystery Train. La locomoción de la gramola. La locomoción de mi brazo era tal que sólo recuerdo unos alaridos <<¡Unos vándalos, así sois los de vuestra calaña! ¡Menuda mierda de libro!>>. Le siguió la locomoción de mis piernas hasta poner el culo encima de mi chica de dos ruedas.

La última vez que hablo con un borracho que va de Maharishi. Yo tengo 22 años y una moto. Y es evidente que las piedras del camino, el Om, y el esoterismo me importan un bledo. Sólo quiero vivir y practicar el verdadero lirismo del pueblo, que no es otro que la jodienda. Joder es aspirar a entrar en el otro y el artista no sale jamás de sí mismo.

El único arte que pretendo es el del ruido de la locomoción de mi chica, ella es la baranda de mi vida, en ella es en el único sitio donde me pienso quedar.

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